
Nose si notaste las ganas de mirarnos que hay. Que ponemos excusas cualesquiera que sean para estar, para no dejar, para no parar de mirarnos un segundo a otro, sin relajar. Puede que suene absurdo remarcarlo, y hasta suena insulso, pero pareciera que no pudiéramos parar, que no quisiéramos parar.
Nose si notaste entonces las ganas de mirarte que tengo, de decirte a la boca cuanto lo siento, de dejarte a un costado de la historia otro beso medio chueco, de deslizar mi mano por tu rostro pidiendo perdón por no dejar de mirarte. Pero es inevitable, y nose si lo notaste. Pero realmente no puedo dejar de mirarnos, mientras no dejamos de mirarnos, porque ahora si notaste que no puedo dejar de mirarte.
Santiago abregu.