sábado, abril 11, 2020

Tengo el tiempo

Tengo el tiempo cambiado, los cables cambiados, el aire cambiado, el silencio cambiado. Tengo el frío entablado, los sueños congelados, el enojo estampado, el aire estancado. Tengo el sueño enojado, tengo los ojos doblados, tengo el miedo envenenado, tengo el encierro en mis manos. Tengo lo triste en el ojo, lo feo en  la ventana, la pared enmarcada y el sol averiado.

Tengo el barrio cambiado, las calles calladas, el error esperando, las maderas crujiendo; el sol, la luna, las nubes ocultas; el rumor de lo que nos queda bailando. Tengo las sabanas aburridas, el cuerpo extendido, la salud nerviosa, la radio apagada; la radio apagada. La lucha unificada, los jugos en la mano; las historias en la mañana, la música aislada. Tengo  frases y recortes, pensamientos como resortes, tengo el bullicio andante, la comezón pensante y la frescura atenuando.

Tengo el tiempo cambiado, los cables cambiados, el aire cambiado y el silencio cambiado. Tengo mil cosas en mi repisa, diez mil mas en mi cerebro; tengo todo lo que puedo; pero siento que estoy perdiendo el tiempo.

viernes, abril 29, 2016

Librarnos del otro

Quizás debimos destruir todo de una, romper todo tipo de lazos y hundir los recuerdos en sueños que nos dolerán en la almohada. Despertaremos entonces con lágrimas en las mejillas, con amargura en la boca y con desconcierto en los ojos. Pensaremos que nada de esto fue real, que lo que vivimos fue puro sueño, pero miraremos el reloj, marcará la misma hora de siempre, y entenderemos que fue una resaca pasional, un beso de recuerdos y un golpe en el inconsciente. Nos daremos cuenta entonces que jamás podremos librarnos del otro, sólo lo dejaremos durmiendo.

Santiago Abregú


jueves, marzo 03, 2016

Puede que..

Ten cuidado con quién sueñas, con quién nombras, con quién piensas. Puede que piense lo mismo, puede que sea distinto. Puede que perdamos la noción, la razón, el tiempo, las formas. Puede que no seamos nadie más o seamos todo junto. Puede que seamos uno, dos, cuatro o cinco. Puede que te deje de lado, puede que te pegue a mi lado. Puede que te extrañe, que te ame, que te quiera, que te alejes, que te acerques, me beses, me abraces, me tires, me rías, me sonrias, me enciendas, me apagues, me tortures, me ates, me sueltes, me mires, me cegues y me mates. Puede que sólo me queden tus besos en el recuerdo, un par de llamas prendidas y una vela encendida. Puede que no seamos nada, puede que no existas, puede que desaparezcas. Puede que te pierda, te encuentre y te vayas... puede que después de todo no pase nada y te quedes conmigo hasta el amanecer mirando el sol.


Santiago Abregú

miércoles, noviembre 04, 2015

Escrito en el cuello

Nunca te abracé tanto como ayer, ni te extrañé, ni te besé. Nunca hice de nuestros sueños tanta realidad como anoche, ni dibuje fábulas de mentiras en mi mente. Nunca quise que fueras más de lo qe te decía, pero sos mas de lo que pensaba. Nunca creí que caería, mucho menos que me mirarías. Nunca pensé en otra cosa, ni en vos, ni en nosotros, ni en nada más que unos besos en la boca. Nunca fui dueño de mi pensamiento, me secuestraste, me raptaste, hiciste derroches en mi cuerpo. Nunca pensé en tus marcas como marcas en lapiel. Nunca llegaste a dejarme un beso escrito en el cuello, nunca creí que llegaríamos tan lejos. Nunca creí que por más que me silenciara cada verso que te digo era un suicidio sin hacer espamento. Nunca creí que podría haberme visto envuelto en tu cuerpo, y ahora no creo que pueda salir ileso.

Santiago Abregú

miércoles, agosto 28, 2013

Quiza no entiendas la razon de que un no sea mas duro que otro no, quiza no sepas que lo unico que busco es la foto enmarcada denosotros mirando la puesta del sol en una bahia cerrada al mundo por lo que de lejos ven que somos. No entendes quiza, lo fatidico de mi pasado similar a tu presente que llevo a cortar lo que parecia intecto y peramente. O nunca lograste percibir que mi pedido por mas eterno que fuera era sincero, y que si buscaba verte no era por orgullo, ni por recelo, sino por lo que me tranformaba al verte caer en mi. QUiza ya olvidaste todos los labios que roce antes de besarte, todas las comisuras que amague para no romper loq eu queria romper. O quiza ya se vencio el juego de locuras fabricadas en papel que dictaban lo que de aca a fin de mes ibamos a hacer. Quiza no sabes como reaccionar ante las inmensas ganas que tengo de escapar, de dejar este lugar, de darle un respiro a esta inmunda ciudad. O no lograste ver aun, que desde lejos estoy mirando el pasado para entender porque con tanto tiempo encima aun no mepodes entender. Quiza sean mis locuras, quiza sea mi conservadurismo, o serà que al fin y al cabo nada esta como yo lo tenia escrito, sino que con tu codo borraste lo que con mil esfuerzo marcaste.

Santaigo Abregu

miércoles, julio 24, 2013

Textos inconclusos VIII

Almohadones

Es necesario, a veces, deshacerte de los almohadones que tenemos pegados en la cara todas las mañanas que soñamos con el pasado. Las plumas que aun nos pican molestan los pocos parpados que de tanto parpadear gastados estan. Es entonces el momento en que decidis terminar, y ves con malos ojos la idea de empezar a llorar. Escribis unas lineas con garabatos al azar, le mezclas un toque de angustia con algo de hipotetica felicidad, y haces del sin fin de sollozos un calabozo con una pizca de sal.

Al fin, al cabo, avanzas. Tiras en la heladera un par de sueños para congelar, te mentis diciendo que mañana los vas a revisar, y prejuzgas a la noche que esta por empezar. Son las 9 am, y aun no sabes para donde encarar. Estas quieto. Solo. Mirando fijo el otoño que te esta por avanzar. Creas fantasmas palidos con caras al azar, les tiras un hueso para empezarlos a alimentar, y tu historia se encuentra envuelta en la novela que anoche no quisiste terminer. Y perdes el rumbo que te lleva a la realidad, y así, con un poco de silencio en la boca, empezas a callar todos los temores que de grande pensas que te van a acechar.



Borracho

Cuando el tiempo avanza te das cuenta que las cosas cambian y vos no las queres ver, no las podes ver. Borraste en el camino un novillo de lana hecho historia y suplantaste poster de tu pared de recuerdos con pintura amarga de un azul algo tieso. Perdes el rumbo mientras recordas las anecdotas de quien no buscaba alguien para llorar, sino que sonreìa por no verlo llegar. Descubris así la dureza con la que el reloj te tumba, y caes, y te levantas y volves a encotrar una coleccion de almanaques que marcan tu edad. Y en medio de esa hogera de ensueños frustrados, de locura perdida, de inocencia ausente, recordas un pequeño refran y un olor a hogar que desmembrana todo el laberinto para de a poco volver a acomodar las piezas que hace tiempo tiraste por el suelo cuando borracho en tu casa volviste a entrar.


Algo Oxidados

Las desilusiones se encuentran a la vuelta de la esquina, cuando ves en el mundo una pared llena de versos que quedaron anclado en un recuerdo algo oxidado. Se convierte la realidad en el paganismo de una utopia, buscas en el borrador las explicaciones que te dejen contento sin la necesidad de pensar. Vendes entonces gramos de amistad y de verdad, en un sutil cuentagotas tapado, y recreas en sueños lo que hace rato te tiene atrapado. Pero caes en cuenta que nada puede variar, que los que rajan, corren por la venta, miran de reojo el suelo, pensando en desaparecer y fisgonean las sogas que tiras preguntandose si vale la pena agarrar. Pero escapan a los brazos que siempre quisieron encontrar, y revuelven las fotos pegadas en el suelo, y escriben con tinta invisible lo que mas le duele, porque el orgullo los cega, y no ven, que desde el costado de la ruta hay un sinfin de acomodadores dispuestos a darles una función mejor.




Santiago Abregú


sábado, junio 08, 2013

Por comenzar

Tiene que ser hoy, no queda otra,
ese instante que tanto anhelabas esta por pasar,
no hay forma de fallar.
Lo ves, ahi viene,
recorre la obscuridad de izquierda a derecha,
 lo ves acercar, no para, se acerca...
Le empezas a desconfiar,
sabes que te va a golpear,
no disminuye su velocidad,
no retrocede ni parpadea.
Se ve, se oye, se huele.
Esta ahi,
listo para plantar algo más,
un desconcierto total,
una sensación de fin que esta por comenzar.

Santiago Abregú