jueves, noviembre 22, 2007

Hoy es SU DÍA.

Hoy es el día de aquello que mejor me hace sentir. Aquello que tiene lo necesario para cada momento. Aquello que me da fuerzas, aquello que me descarga. Hoy es el día de esa mujer queme endulza en los momentos más románticos. Tambien de esa otra que me calma cuando estoy nervioso, y a la vez es el día de esa que sabe como ponerme nervioso. Ojo, no olvidemos que tambien es el día de esa que me vuela la cabeza, o esa que me acompaña a bailar siempre que tengo ganas. Esa tambien que me enseña a bailar. Esa que me recita poemas tan llenos y a veces necesariamente vacíos. Esa que con cada beso en mi oreja puede llegar a subir la temperatura en un ambiente. Hoy es el día de ella. La que despues de muchos años aprendí a ejercerla, la que quiero que sea mi oficio. La que hace dar cuenta al mundo que la amo. Hoy es su día.....


Hoy es el día de la MÚSICA, de mi música de la música de todos.


Esa música que me volvió adicto a ella esa que no me permite escapar, y esa que me acompaña ahora mienras escribo esto. Hoy es su día y por eso le escribo, y le agradezco por ser el arte que más amo y que mejor me acompaña. Es el único arte que me acompaña a todos lados.

Gracias música, te amo.



Santiago Abregú

lunes, noviembre 12, 2007

Delia Elena San Marco,,,

Delia Elena San Marco

Nos despedimos en una de las esquinas del Once.
Desde la otra vereda volví a mirar; usted se había dado vuelta y me dijo adiós con la mano.
Un río de vehículos y de gente corría entre nosotros; eran las cinco de una tarde cualquiera; cómo iba yo a saber que aquel río era el triste Aqueronte, el insuperable.
Ya no nos vimos y un año después usted había muerto.


Y ahora yo busco esa memoria y la miro y pienso que era falsa y que detrás de la despedida trivial estaba la infinita separación.Anoche no salí después de comer y releí, para comprender estas cosas, la última enseñanza que Platón pone en boca de su maestro. Leí que el alma puede huir cuando muere la carne.


Y ahora no sé si la verdad está en la aciaga interpretación ulterior o en la despedida inocente.
Porque si no mueren las almas, está muy bien que en sus despedidas no haya énfasis.

Decirse adiós es negar la separación, es decir: Hoy jugamos a separarnos pero nos veremos mañana. Los hombres inventaron el adiós porque se saben de algún modo inmortales, aunque se juzguen contingentes y efímeros.


Delia: alguna vez anudaremos ¿junto a qué río? este diálogo incierto y nos preguntaremos si alguna vez, en una ciudad que se perdía en una llanura, fuimos Borges y Delia.

Jorge Luis Borges - El Hacedor