martes, junio 12, 2012

Me gustaría prevenirte de a poco de las cosas que te pueden suceder. Avisar simplemente que los gritos de tu libertad, enmarcados en un retrato de amor empezarán a decaer. Verás como los pasos que venían rectos empezaran a bailar, y en el mambo del desconcierto te encontraras consolando más que disfrutando; aguantando más que gozando.
Sentirás que ni los pies van a pasar desapercibidos, que te apedrearan con protestas insulsas; que harán de vos una simple bolsa de basura. Por eso te aviso, que con tu paciencia innata des un paso al costado, dejes los abrigos de invierno en la recamara, dejes de soñar con suelos y espadas. Te aferres a tu música, pensa en tus sonidos, porque con el correr del tiempo los corazones te censuraran. La carta más alta te hará bajar. Y vos, en tu recamara tirado pensarás, cual fue el error que cometiste para que esto se de así, y verás, que ningún error fue válido más que no haber terminado cuando recién arrancabas a amar.

Santiago Abregu