miércoles, agosto 28, 2013

Quiza no entiendas la razon de que un no sea mas duro que otro no, quiza no sepas que lo unico que busco es la foto enmarcada denosotros mirando la puesta del sol en una bahia cerrada al mundo por lo que de lejos ven que somos. No entendes quiza, lo fatidico de mi pasado similar a tu presente que llevo a cortar lo que parecia intecto y peramente. O nunca lograste percibir que mi pedido por mas eterno que fuera era sincero, y que si buscaba verte no era por orgullo, ni por recelo, sino por lo que me tranformaba al verte caer en mi. QUiza ya olvidaste todos los labios que roce antes de besarte, todas las comisuras que amague para no romper loq eu queria romper. O quiza ya se vencio el juego de locuras fabricadas en papel que dictaban lo que de aca a fin de mes ibamos a hacer. Quiza no sabes como reaccionar ante las inmensas ganas que tengo de escapar, de dejar este lugar, de darle un respiro a esta inmunda ciudad. O no lograste ver aun, que desde lejos estoy mirando el pasado para entender porque con tanto tiempo encima aun no mepodes entender. Quiza sean mis locuras, quiza sea mi conservadurismo, o serà que al fin y al cabo nada esta como yo lo tenia escrito, sino que con tu codo borraste lo que con mil esfuerzo marcaste.

Santaigo Abregu

miércoles, julio 24, 2013

Textos inconclusos VIII

Almohadones

Es necesario, a veces, deshacerte de los almohadones que tenemos pegados en la cara todas las mañanas que soñamos con el pasado. Las plumas que aun nos pican molestan los pocos parpados que de tanto parpadear gastados estan. Es entonces el momento en que decidis terminar, y ves con malos ojos la idea de empezar a llorar. Escribis unas lineas con garabatos al azar, le mezclas un toque de angustia con algo de hipotetica felicidad, y haces del sin fin de sollozos un calabozo con una pizca de sal.

Al fin, al cabo, avanzas. Tiras en la heladera un par de sueños para congelar, te mentis diciendo que mañana los vas a revisar, y prejuzgas a la noche que esta por empezar. Son las 9 am, y aun no sabes para donde encarar. Estas quieto. Solo. Mirando fijo el otoño que te esta por avanzar. Creas fantasmas palidos con caras al azar, les tiras un hueso para empezarlos a alimentar, y tu historia se encuentra envuelta en la novela que anoche no quisiste terminer. Y perdes el rumbo que te lleva a la realidad, y así, con un poco de silencio en la boca, empezas a callar todos los temores que de grande pensas que te van a acechar.



Borracho

Cuando el tiempo avanza te das cuenta que las cosas cambian y vos no las queres ver, no las podes ver. Borraste en el camino un novillo de lana hecho historia y suplantaste poster de tu pared de recuerdos con pintura amarga de un azul algo tieso. Perdes el rumbo mientras recordas las anecdotas de quien no buscaba alguien para llorar, sino que sonreìa por no verlo llegar. Descubris así la dureza con la que el reloj te tumba, y caes, y te levantas y volves a encotrar una coleccion de almanaques que marcan tu edad. Y en medio de esa hogera de ensueños frustrados, de locura perdida, de inocencia ausente, recordas un pequeño refran y un olor a hogar que desmembrana todo el laberinto para de a poco volver a acomodar las piezas que hace tiempo tiraste por el suelo cuando borracho en tu casa volviste a entrar.


Algo Oxidados

Las desilusiones se encuentran a la vuelta de la esquina, cuando ves en el mundo una pared llena de versos que quedaron anclado en un recuerdo algo oxidado. Se convierte la realidad en el paganismo de una utopia, buscas en el borrador las explicaciones que te dejen contento sin la necesidad de pensar. Vendes entonces gramos de amistad y de verdad, en un sutil cuentagotas tapado, y recreas en sueños lo que hace rato te tiene atrapado. Pero caes en cuenta que nada puede variar, que los que rajan, corren por la venta, miran de reojo el suelo, pensando en desaparecer y fisgonean las sogas que tiras preguntandose si vale la pena agarrar. Pero escapan a los brazos que siempre quisieron encontrar, y revuelven las fotos pegadas en el suelo, y escriben con tinta invisible lo que mas le duele, porque el orgullo los cega, y no ven, que desde el costado de la ruta hay un sinfin de acomodadores dispuestos a darles una función mejor.




Santiago Abregú


sábado, junio 08, 2013

Por comenzar

Tiene que ser hoy, no queda otra,
ese instante que tanto anhelabas esta por pasar,
no hay forma de fallar.
Lo ves, ahi viene,
recorre la obscuridad de izquierda a derecha,
 lo ves acercar, no para, se acerca...
Le empezas a desconfiar,
sabes que te va a golpear,
no disminuye su velocidad,
no retrocede ni parpadea.
Se ve, se oye, se huele.
Esta ahi,
listo para plantar algo más,
un desconcierto total,
una sensación de fin que esta por comenzar.

Santiago Abregú

domingo, marzo 17, 2013

Ilusiones consentidas

Voy a permitir que escribas un tercio de nuestra historia en papel, y recibiré réditos del mal que me has hecho antes de empezar. Será la posición perfecta en que me veas actuar, fingiré como nunca que algún día te supe amar. Construiremos juntos un verso indescifrable de amor eterno, la gente creerá más en nuestros gestos que en nuestro andar. Y pasaremos los dos tercios de la vida fingiendo esta mentira, diremos que fuimos soberbios alocados, desbocados, amantes; habremos sido los dioses del amor y del ensueño, nos envidiaran de a ratos y nos odiaran de a poco. Pero en el final del recorrido veras, que esta fabrica de ilusiones consentidas no es mas que un puñado de muerte en medio de tus ojos ciegos a puntos de ver.

martes, febrero 05, 2013

Afinado

Nada quedase quieto en un sólo lugar, todo se convierte en un sonido envolvente que viene y va. Te recuestas dos segundos en la afinación de una guitarra en Sol mayor, y no haces nada por desafinar. Escribís los cuentos en cursiva para no desprolijar, y vendes esquirlas de sueños que hace poco dejaron de explotar. Pensas en instantes inquietos los pasos a desarrollar, preferís beber de un vaso amargo los labios que no te dejan de molestar. Recortas del periódico las imágenes que te hacen retroceder, y las pegas en la acera para avanzar. Cuando podes, prendes la música country para no aminorar, y esquivas los pensamientos con un sólo de banjo dispuesto a rasguear.
Pero quieto te quedas, cuando en el sin fin de incongruencias escritas al azar, recordas que el futuro te esta por golpear, y bajaste la guardia antes de empezar a creer que en esta calle no quedan recuerdos, y que al fondo de la vereda hay alguien empezando a doblar.


Santiago Abregú.

jueves, enero 17, 2013

Encallar

No nacimos para creer en los ojos con los que supiste mirar, nada crece en los silencios del recoveco que viniste a empantanar. Somos una mirada perdida en los bordes del más allá, giras tus pupilas solo para hacerme hablar, y logras en cada lágrima que yo pueda recordar.

Mantenes atados los brazos en las sillas que ponen tu mente en frío, y haces de vos no más que un cuenta gotas de cuentos inventados que sólo se diluyen en la ilusión de que todo sigue adelante. Y vez, lejos, estirando un poco el tiempo, a alguien que aparente ser lo que vos buscas, e insultas en tu mente a la vejez por no dejarte madurar. Caes entonces en la tentación de mandar todo a otro lugar, de correr los cuerpos de la vida ya mutilados y encadenar hechos y secuencias que no pudiste acomodar. Entonces entendes que pasaron tantas horas desde que nos supimos amar y desde lejos en otra vereda pensas, que no hay nada en el mundo que llene con tranquilidad esa ilusión a punto de encallar.

Santiago Abregú