Tengo el tiempo cambiado, los cables cambiados, el aire cambiado, el silencio cambiado. Tengo el frío entablado, los sueños congelados, el enojo estampado, el aire estancado. Tengo el sueño enojado, tengo los ojos doblados, tengo el miedo envenenado, tengo el encierro en mis manos. Tengo lo triste en el ojo, lo feo en la ventana, la pared enmarcada y el sol averiado.
Tengo el barrio cambiado, las calles calladas, el error esperando, las maderas crujiendo; el sol, la luna, las nubes ocultas; el rumor de lo que nos queda bailando. Tengo las sabanas aburridas, el cuerpo extendido, la salud nerviosa, la radio apagada; la radio apagada. La lucha unificada, los jugos en la mano; las historias en la mañana, la música aislada. Tengo frases y recortes, pensamientos como resortes, tengo el bullicio andante, la comezón pensante y la frescura atenuando.
Tengo el tiempo cambiado, los cables cambiados, el aire cambiado y el silencio cambiado. Tengo mil cosas en mi repisa, diez mil mas en mi cerebro; tengo todo lo que puedo; pero siento que estoy perdiendo el tiempo.