Luego de unas largas tratativas y de una dulce espera logré mi cometido; ir a ver el programa de Alfredo Rosso. Si señores, el programa del más grande periodista de rock. El encuentro sería después de las 3.30 de la mañana del domingo; (osea del sabado al domingo en la madrugada, se entiende no?); en los estudios de radio de la Rock & Pop.
Obviamente no iba a ir solo, me acompañaba mi compinche nico y para bajar las ansias tomamos unas chevechas.
Un universo aparte.
Llegamos y un laberinto de escaleras nos recibía. Luego de presentarnos en la entrada el joven nos dice: pasen arriba siga tal y tal pasillo y ahi los espera alfredo. De fondo se escuchaba el tema "Dig, Lazarus, Dig!!! - NICK CAVE & THE BAD SEEDS" y la voz de alfredo hablando sobre el disco. Manda la tanda y totalmente contrario a lo que yo esperaba, nos invita a pasar al estudio. Si AL ESTUDIO!!!.
Todo era espectacular, sentarme en la silla de Mario pergollini, en la de la negra, en la de juan, en esas sillas y estar acompañado de Alfredo Rosso.
Luego de servir un poco de agua, volvió de la tanda con una sección donde pasa dos temas iguales hechos por diferentes interpretes y manda otra tanda "colgada".
En el medio nos ponemos a charlar y empieza a contar anecdotas de viajes, de cosas que le pasaron, de como se mantenía despierto hasta las 8 de la mañana para hacer el programa, de todo. Es un genio sin duda alfredo.
En el bloque siguiente decidió hacer un cambió que me dió duro al corazón. Puso un cuento de Cortazar (Instrucciónes para dar cuerda a un reloj) y como tema de salida Time de Pink floyd. Juro que morí gente!! mori!!! estaba escuchando Time al lado del periodista mas groso del rock en el estudio de radio en el que más añoro estar. Entienden?!?!?!?! Era casi un sueño todo. Y de ahí la noche cambió. Empezó a hablar y les juro que emana una energía única en cada palabra, no lee nada de lo que dice!!! toda la data de los discos las saca de su cabeza. Y ni hablar de los discos que había sobre la mesa y en el control, discos que valen oro!!. Libros que valen oro! todo vale oro ahí. Música que nadie se anima a pasar y el la pasa, por gusto. Un programa que sin duda disfruta hacerlo, porque no se le va la sonrisa casi nunca. La química que tiene con el operador, todas esas cosas que realmente son únicas. Nos permitió entrar en su universo, mostrarnos su parte de conductor solitario, acompañado en este caso. Le preguntamos mil y una cosa, nos quedo por preguntar mil y una más. Todo fue maravilloso.
Ya se me pase en alagos, pero era lo único que podía llegar a hacer, por más que el sueño me ganara no quería moverme de esa silla por nada, porque realmente no podía de dejar de mirar todo lo que había en mi entorno, inspeccionar, hablar, preguntar todo lo posible. Realmente una noche increíble.
Gracias ALfredo por semejante noche.
Santiago ABregú
1 comentario:
dios mio...fue magico posta...
GRACIAS POR LLEVARMEEEEEEEEEEEE
cuando quieras vamos de nuevo...jajaja
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