En que dirección vale la pena correr, para que lado podemos disparar, para que oreja tenemos que hablar. Ya no estoy en el medio de un tiroteo con ganas de ser chaleco antibalas, mucho menos de ser herido con un arma. Hoy me pongo del lado del tirador, del Franco-tirador, más franco que otra cosa. Hoy ya no soporto lo que me quieran decir, menos lo que me quieran tirar. No disfruto ni gusto lo que planean pensar. Si pudiera disolver la sal con agua y convertirla en pan para convidar lo haría, pero con veneno en su paladar.
Es por eso que prefiero dibujar una ostia sin santificar, prefiero ver a los que necesito y hundir los que estan mal, destrozar por toboganes de insulsas piedras a los que no saben hacer otra cosa que matar.
Como siempre son 5 o 6 los que me vienen a defender, son 5 o 6 los que vale la pena rescatar. Son 5 o 6 los que de piramide central han de funcionar. Como siempre son 5 o 6 los que vale la pena amar.
Santiago Abregú
1 comentario:
vos sos increible, y yo te admiro y te adoro y que quiero y te agradezco por estar siempre en mi piramide.
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