Uno sabe mirar de afuera, y entender los problemas que acosan a cada rato en las paredes de una habitación. Uno se vuelve experto inconcientemente en el tema de como arreglar cada sector de cada lugar. Uno es un enfermero, un médico y psicologo de cada cuarto. Vivo mirando cuartos, ayudandolos y cubriendolos de cemento para rejuvenecerlos. Desde el más cercano hasta el más lejano alguna vez considero que fue arreglado por mí. A veces tan solo los miro, otras veces tán solo los abro, cada tanto a alguno que otro le paso una mano de pintura, quiza si el dueño me deja comienzo a arreglaro, y, contadas son las veces en las que le logro poner decoración. La rotura de cristales que miran al exterior es la más complicada, y la que más me cuesta reparar. Los vidrios ajenos tienen sus vueltas que uno dificilmente logra restaurar, siempre alguna astilla queda.
A veces uno recorre tantos cuartos que deja desprolijo el suyo, y ahí es el momento en que no se por donde empezar, y por ende tampoco se como arreglar los demas. No puedo colaborar si yo no estoy con un dormitorio prolijo para colaborar. También pasa seguido que nadie se encarga de ayudarte a arreglar tu cuarto, o, que nadie ni siquiera mira tu cuarto. El mundo se encierra en su universo y cada cuarto permite el ingreso a la gente, pero no hablemos de salir al exterior a visitar habitaciones ajenas, no? Será que a veces yo no permito el ingreso...
En conclusión ultimamente solo veo cuartos desarreglados y mi habitación esta más enquilombada que todas las demas. Pero por suerte siempre esta esa luz encendida que me ayuda y me reconforta cuando necesito parar y arreglar mi interior.
2 comentarios:
la verdad es que siempre escribiste muy bien y te seguis destacando por la misma virtud,te felicito tati por tu simplicidad y tu dulzura. Besos
Jofi
tatyyy!
kedo re lindo
te felicito
besooo
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