jueves, octubre 15, 2009

Las 7 de la tarde

Las flores que encierran el paraíso de cada verso escrito. Rememoramos anecdotas paseando por los parques y buscando hojas que nos traigan a memoria alguna imagen. La calle que ilumina de noche las 7 de la tarde y pellizca en mi cuerpo un toque de sensibilidad. El silencio de estar en la ciudad y alejado tanto de todo el ruido. Tirarte a mirar de a poco como sale a la luz lo que el reflejo de la obscuridad nos ha de mostrar. Nada más preciado en el sin fin de mirar que saber admirar lo que queremos observar. Y para que más estar tirados en la plaza mirando el cielo sin hablar, para que más no decir nada durante 2 horas, si con nuestro amor y el silencio nos alcanza y mucho más feliz nos hará jurar frente a un destello de luz que lo que nosotros querramos siempre, y de a poco, se hará realidad.

Santiago Abregú

1 comentario:

Maruu dijo...

genio,
lo sos
y gracias por ayer
me haces muy bien :)