Estamos escondidos en el tiempo remoto de no saber para donde disparar. La creciente del río del tiempo nos esta empezando a molestar. Los días se acortan, tus besos se alargan.
Maldito tiempo que empieza a pesar. ¿Donde quedará así nuestra libertad? si amamos estar 10 horas acostados, y la cotidianeidad nos quita otras 5 horas más. Por donde podremos lanzar esta sensación de que queremos más.
Los versos escritos ya no quedarán, si el tiempo aún nos ha de ahogar. Miremos para arriba, intentemos aferrar, que las agujas no corran, que el tiempo no tenga final. Que el día dure mas horas, o por lo menos hagamoslo durar. Que lo bueno dure mucho, que el tiempo sin vos pase rápido. QUe se estiren nuestros momentos, que me beses aún mucho más tiempo. Que te quiero aún más cerca y que con tu boca en mis tierras la vida es más placentera.
Santiago Abregú
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