Crecimos, vos viste que crecimos.
Divina la verdad que nos demuestra nuestro alejamiento del suelo. El cuerpo que vuela a 20 metros de la realidad. Todo se vuelve tan distante, todo tan fuera de nuestro alcance. Estamos parados en el lugar perfecto para nunca más regresar.
Sigamos ahora, no volvamos a parar. JUgemos a tiempo completo este juego que no quiere que termine jamás. Nada nos complace si no se complica un poco más. Un poco de ese gusto a todo y la sensación de que el tiempo dura demasiado poco.
La maravilla que creamos en nuestra altura no es más que el simple reflejo de lo que no queremos ver de abajo. Sigamos saltando, sigamos flotando, que nuestros cuerpos sean uno y el resto un simple y vil recuerdo del suelo. No bajemos, que nada caiga sobre nuestra sombra, que nada muerda nuestra alfombra. Seamos vos y yo a la altura de la realidad que nosotros decidimos crear. Nada ni nadie ya nos podra bajar de este viaje a cielo abierto hacia el mundo del cual no querremos regresar.
Santiago abregú
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