Hay días que tenes ganas de putear, y puteas. Y le decís al mundo la cruda verdad. Que los detestas a todos, que te los pasas a todos por los huevos, que estas intolerante y hasta un poco morboso. Preferis un vaso de wisky antes que uno de coca para el desayuno, algo mas de esa mierda de palabras que queres largar. Y ni hablar de las ganas que tenes de clavarle un chuchillo a ese maldito almohadón que ves en la puerta de tu cama, esperando a ser atacado por cualquier ataque de furia que nos pueda agarrar.
Mejor, no me toques, hoy no es día de algodones, hoy no puedo tolerar ni el roce, no te quiero ver, basta de tocarte y sobre todo de entenderte, hoy necesito que me entiendas a mi, que me des espacio y que de alguna, de alguna manera, encuentres la forma de estar y desaparecer. Cansada de las hojas, de las tintas, de tus palabras, de tus razones, hoy el mundo habla español y yo soy muda y sorda. No soy tolerante, no voy a serlo hoy, y no me pidas que me quedé, no lo haré, hoy se hace lo que quiero yo, eso, es mi punto final.
Texto: Mariana Fasce - Santiago Abregu
