jueves, septiembre 30, 2010

Sueños Caseros

Los zapatos sobre la alfombran marcan el lugar exacto donde decidimos escapar de la realidad cotidiana para abrazarnos a los sueños caseros de amarnos un poco cada noche, cada día, y cada luna. Preferimos prestarnos al son de un compas nuevo, donde el olvido quede en la puerta de entrada del edificio, donde la razón se pierda por las escaleras, y el mal humor se cierre con la cerradura.
Estar sentados, acostados mirando la ventanilla a control remoto solo recubre de ironías la tranquilidad de un clima musicalmente formado por nuestras palabras. Silencios explotando por doquier que nos regalan sueños en forma de ideas, frases en forma de risa, gritos en forma de amor.
El olor de la cena junto con la comida que nos preparaste, el cariño en cada bocado que esforzaste, las rosas no contaminadas que te regalé, y el suburbio interno de no ordenar lo que dijimos ordenar todos los domingos antes de volver.


Santiago Abregú

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