domingo, julio 29, 2012

Sonrisa estampada

No se si te animaste a notar la ausencia de sonido en tus palabras, cada vez un poco más vacías, sin sentido y con menos ironía. Poco a poco la vejez te carcome la sonrisa, y te volves un poco más inestable, menos influyente y más aburrida. Será que mentiste demasiado en la historia que esperabas contar. Pero no sos conciente ni medio metro de la  razón que te hace virar. Son y serán tus fuertes los llantos en vano derramados. Y no me pidas pensar por tu razón, si hace rato dejamos de pensar; ya no tenes más esos vestidos de azar dibujados en la vidriera que era destinada para cantar algo más que los malos humores que te sabían aplacar. Es por eso que apagaste tu brillo en un diván del cual nunca pudiste regresar. Por ende te fuiste, partiste del  mundo racional, creaste tu universo cubierto de niebla para ocultar tus frente en un hogar que con su fuego de a poco quemó la poca ilusión de tu boca para recuperar una sonrisa estampada y un tatuaje de gena que nunca más se irá.

Santiago Abregú



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