domingo, abril 25, 2010

Eclipsado

Reflejas en la pared algo más que la silueta oscura de lo que vivimos ayer. El silencio en la mampara del dormitorio destruído por algunas obras maestras de la furia y del desahogo. Nada más que el precipicio del odio que intente tirar por las escaleras cuando volviste de la mano, besando otros labios, jugando a ver en otra era.
Las tazas que recorrieron el aire, el ataque, el desenfreno entretejidos en el último vagón de desesperación. Eclipsado por la locura de perder, amamantando furia desde que te vi caer, y medio muerto y dolorido de ser quien sos y perdido a disposición de la realidad.

Santiago Abregú

No hay comentarios: