Hagamos del tiempo un album de fotos interminable. Jugemos a mezclar las épocas, a reveer las vidrieras. ARrastremos las imagenes del pasado hasta tu presente y conduzcamos ebrios por el camino de la pendiente. Que las agujas sean las hojas que separan el papel fotográfico, que revelemos los rollos que creíamos olvidados. Para que seguir gastando mi memoria en un par de artificios deprimentes, Mejor, me quedo con las fotos de tu sonrisa siempre presente. No dudemos entonces en vaciar los frascos de acidos que metiamos en el bolso, imaginando que de ahi sumergían algo más que la lujuria y el oro. Permanezcamos juntos en estos recuadros de imagenes pintadas, y subrayemos al pie la fecha y el día en que fueron dedicadas.
Miremos los portaretratos retirados, gastemos los dedos y manchemos los acolchados. Es hora de entrar en el campo del recuerdo, es hora de perdernos en el tiempo, es hora de recordar que venimos de algún lado y pronto caeremos en los huecos que alguna vez creíamos cerrados.
Santiago Abregú
1 comentario:
muuuy fotográfico, claramente me encanta!
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