A veces golpeamos luces más que cruces, sacrificamos silencios antes llantos y vemos sueños antes que marcos. Perdemos instantes en el miedo y el retrato. Construímos ideas que jamás fueron compuestas, jugamos juegos que eran inpensados. A veces preparamos el mundo para algo más fuerte, y terminamos mirando de espalda a la suerte. A veces abrimos de más la boca y dejamos volar por demas la libertad; y a veces es la libertad las que nos tiene preso en su propio divan.
Santiago Abregú
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