Mantengamos en secreto esto de los textos entre textos. Hagamos de ellos solo nuestro diario intimo de las crueldades y de los celos. Que sea nuestro paraguas a la lluvia de la ciudad, que acarrea por nuestro cuerpo algo más que la melodía y la melancolía que supimos odiar. Que sea nuestro rincón de ayuda, nuestra sentencia perpetua, nuestro diván de psiquiatra, nuestro suelo y nuestro cielo, un lugar lejos de la nada.
Escribamos momentos, describamos silencios, estrechemos lazos, juguemos a ser seres imaginarios. Charlemos con Benedetti y Neruda, creámonos Borges y Cortazar, contemos nuestras aguas fuertes, seamos sinceros, seamos concretos, seamos representantes de los sucesos que día a día nos contaminan, y escribamos en pocos renglones lo que nuestras ansiedades momentáneas nos obligan a decir, así no las callamos y tranquilos podemos seguir.
Santiago Abregú
Dedicado a su compañera de escritura.. Mariana Fasce
1 comentario:
lo mismo que te dije cuando lo leí.. no pudiste expresar mejor lo que nos pasa :)
GRACIAS
y un te quiero enorme enorme!
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