No confío en que recuerdes las letras del cartel que conmemora la realidad de este evento, muchos pensaran que tan solo somos dos desquisiados debastando un recuerdo a palmazos en el cerebro. Perdigones de esa explosión tan natural que hicimos en el auge de nuestra relacíon. Exclamaste piedad a la hora del amar, rogando que el suelo sea más bajo que el techo por el cual supimos caminar. Y como si nada nos quedara de este sueño sin luz, y entre la mezcla de penumbras y algo del revelado que nos queda por revelar, decidiste enmarcar esa frase perdida que nunca quisimos rescatar.
Mejor callemos los debates internos sobre la realidad y la naturalidad de este hecho que por excelencia nos tiene paranoicos, bebamos de a tragos cortos algo de experiencia en alguna nueva sucursal, hasta que el destino decida poner en su lugar los orbes que supimos con una locura desubicar.
Santiago Abregú.
1 comentario:
fantafabuloso!
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