No te pasa que a veces no queres dormir por miedo a encontrar en esos sueños lo que queres encontrar en tu vida real. Es como predecir el fin de tus sueños y no animarse a despertar. Como explicarías a la realidad que lo que soñaste no existe ni existirá; que ese paisaje de besos azules, que esa basta inmensidad de felicidades se extingen cuando abras los ojos y mires. Nos es más fácil no soñar con lo que realmente deseamos tener, ni con lo que deseamos amar. Prefiero entonces mantenerme apartado de aquellos sueños que me engañen con facilidad. Mejor le pido al inconciente que me regale una buena pesadilla, algo que nunca sería plasmado en mi vida, un buen sueño platónico donde el delirio sea la muestra principal de esa irrealidad.
Santiago Abregú
2 comentarios:
hace mucho que no te comentaba, ahora lo hablo directamente, pero voy a imponer el comentario nuevamente además de lo que te diga mientas hablo con vos! me encanto, yo tengo otra visión de los sueños pero esta es fabulosa!
muchas veces escribo sobre sueños y esas cosas. y los sueños, sueños son (diría berugo) a veces son geniales, a veces no queremos despertar. Pero lejos, los mejores sueños, son los q tenemos cuando estamos despiertos (y ni hablar si se hacen realidad)
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