Y quien comprenderá alguna vez la realidad de una situación que pocos viven. Las luces del mundo que pasan dando vueltas por mi cabeza. El centro del mundo volcado en mí como si fuera un vacío que nunca se llena. Los ojos, las ayudas, los buenos gestos son la razón de muchas cosas en mi vida, pero no por esto me concidero mejor ni peor. Ni hablar de considerarme un Católico, hace mas de un año que no voy a Misa. Psicopata y psicologo a la vez puedo llegar a ser, pero no creo tener la locura suficiente para llamarme psicopata, ni el estudio necesario para ser psicologo.
Solo soy yo, el que escucha y habla, el que aconseja y quiere. Pero los botes se llenan, los vasos tambien. Los oídos se tapan, los malos humores aparecen. Los silencios dejan de exisistir, y en medio de todo esto aparezco yo. Sentado frente a un monitor, viendo pasar los días, pensando, charlando y jugando. La vida gira y mientras más me lleno, más cerca de explotar estoy. El molesto mosquito del tiempo vuelve cada tanto, se torna insportable. Hace que varie continuamente mi ánimo. Solamente un par de corazones logran sacarme de tal furia. Pero, sin antes salir ellos un poco lastimados.
Si los lastimo ha de ser sin intención. Es que a veces mi mente se va de lugar y me convierto en un psiclotimico suceptible que no controla lo que dice.
Por suerte en este mundo existen amores, amigos y música, que me ayudan a descomprimir tanta presión; y aunque a veces me encierre en mí mismo intentan que yo no deje de mirar hacia adelantes.
Santiago Abregú
1 comentario:
"Solamente un par de corazones logran sacarme de tal furia. Pero, sin antes salir ellos un poco lastimados."
muy groso eso.
un abrazo santi!
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