lunes, noviembre 03, 2008

El aire del desvarío

Supiste envolver mi mente luego de un nubarron,
creí que todo había caído en las tinieblas
pero tu boca se acerco durmiendo a la mía
y poco de mí quedó.

Solo me maneja el aire del desvarío,
dejo mi cuerpo llevar a cualquier destino.
Que el tiempo y la forma den la norma
que la vida me de vuelta como una sombra

Crecer en tiempos menores es lo que me queda
en vez de ver tu voz en mi alma verdadera
Crimen imperfecto de tu amor
y la voluntad obsesiva de tu dios

Ciegos de lo que nos pasa estaremos los dos
pero muertos de envidia estaremos amandonos.
Sólo miraremos el pasillo de tu alma
y entraremos en tus sueños cuando caiga la madrugada.





Santiago Abregú

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