Y puteo al aire viendote llorar en el espejo. Como puede ser que no exista razón para que me lo expliques. Mi felicidad termina entristeciendote, mi alegría termina hundiendote. Donde queda escrita entonces la verdad de la noticia, si en cada beso y en cada abrazo sentis que te usaba y me escapaba.
No ves más que el camino que te cuadra tu cerebro. Es el peor delito de todos los que cometemos. No liberaste realmente lo que en el fondo te pasaba, no hablaste de tu mundo y tus miradas.
Me estoy perdiendo cada vez más en tu mente, y siento que de a poco desaparezco de tus sentimientos. No quiero helar mis palabras, no quiero enfriar mis abrazos, no puedo jugar al villano sabiendo que salgo dañado.
Encontrar mi felicidad no te basta, no alcanza con que te diga que te quiero en cada palabra, no alcanza verme en otra parte realizado. Son solo versos y no más abrazos.
Cuanto queda realmente en ese espacio, si me derrotaste con tu silencio y me hundiste con tus recuerdos.
Santiago Abregu
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