jueves, septiembre 15, 2011

Atados

Yase, vos no sabes los desvaríos que viajan por mi cabeza, tampoco los retratos compartidos que tengo en mi mente, y sé que entonces lo que buscas es algo más indiferente. Una culpa, un culpable... un indecente.
Las dudas que carcomen los silencios sólo me ayudan a reforzar las preguntas que ya tienen respuesta. Y entonces divago, y viajo por las lunas del desvarío otra vez, encontrando excusas a la realidad que ya no quiero vivir. Pregunto, re pregunto escucho, silencio de vuelta, y vuelo, pensando, cantando, viajando y entiendo. Si, entiendo. Entiendo que en un universo de planetas más sueltos que de costumbre vos vivis atada a un pasado fortuito y yo sólo quiero el desorden más desordenado que tengas. No puedo entonces atarme a tu cordura, vos menos acercarte a mi locura, esta de viajar con guitarra en mano, con aullidos de costado, con la locura de siempre y los relojes cerrados.
Por eso no podemos ver el mismo camino, mucho menos los mismos senderos. Por eso, por más que a veces extrañe tus besos, tu cuerpo impregnado, tus enojos mal educados y nuestros cuerpos abrazados. Sé que la verdad de la razón me da la derecha y que en este universo regidos por el sol, ni vos ni yo podemos convivir. Mucho menos ahora que con esa estrella yo aprendí a vivir.

Santiago Abregú

1 comentario:

Maru dijo...

es para cancion este :)