sábado, enero 21, 2012

Cuán lejos.


A veces pasa, me dan ganas de escribir un poco como antes... escribir que te extraño, que te quiero, que te siento, que te veo, que estas lejos. Lejos estas, de cuán lejos estas en sí? A caso no son tan solo kilometros los que nos separan? Las situaciones nos situan en verborragias que nos contagian, y nos hacen lagrimear, titubear, tambalear, como borrachos nuestras mentes menear y descubrir que en la punta del iceberg del cual queremos gritar, no hay más que un silencio obscuro que nos trae obscuridad.

Pero tu luz no se apaga, tu sombra se achica, el Sol sale en la orilla y vez en el amanecer un rastro de la noche en donde la arena quedó pegada a los pies. Y es en ese entonces, en ese instante, en ese momento de sueños recordados, que te das cuenta que mis brazos si llegan, que mis besos si te besan y que en la oscuridad que derrama la costa del universo, aún en la lejanía que esto denota, estamos aún más cerca que una ruta que separa una distancia.

Santiago Abregú

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