lunes, febrero 12, 2007

Parecía aire.

El camino empezaba a notarse de a poco. El sol salía alrededor de las 6:30 am y yo estaba ubicado como prinicipal espectador en el asiento numero 2 del micro.
El destino era Alta Gracia, Córdoba. Pero... antes deberíamos parar en Córdoba capital. Las calles que anteceden a la gran terminal de omnibus de Córdoba me hacían acordar al cuerpo de una mujer. Subidas y bajadas por doquier. La caja que me transportaba se movía de aca para allá y uno no sabía si miraba el suelo o el cielo.
Dejamos aquel edificio semimoderno de donde salen los autobúses y agarramos la ruta que va al sur con el fín de dirigirme al lugar donde mi viaje terminaría y empezaría a la vez.
El Sol anaranjado salia de su vergüenza para aparecer atras de los valles verdes que se veían a lo lejos. La luna todavìa presente intentaba escapar a esas luces por el otro lado donde un manto verde cubría la extensión de tierra. La ruta iba vacía. Poco movimiento de autos y mucho menos movimiento de micros. Los oídos casi tapados por tantas subidas y bajadas hacían que me ponga nervioso.
El micro tenía una grán comodidad. Los sillones se reclinaban casi a 180º y eran anchos de manera tal que podías acostarte de costado para dormir. El cinturón de seguridad ya estaba acomodado. La frasada que me ofrecieron cubría todo mi cuerpo ocutlandome del frío aire acondicionado.

Unas casas bajas y dulces empezaban a notarse. Una avenida doblemano nos anunciaba la llegada al lugar. Un doblearco gigante nos confirmaba la entrada al lugar. El letrero decía "BIENVENIDO A ALTA GRACIA".

La primera impresión ya me enamoro. Casí pueblo y casi ciudad, casi chiquito y casi grande era todo. Calles angostas y medanos gigantes nos recibían acompañados de maniobras complicadas y de giros de 360º. Lagos y arroyos acompañaban al micro hasta la estación que contenía tan solo 8 andenes.

Una vez estacionado el micro, me dispuse a bajar acompañado de mi novia. Un aire diferente nos invadio. Parecía poco contaminado, parecía aire.





SANTIAGO ABREGÚ.

No hay comentarios: