Quien puede ser el maquiavelico doctor que sepa robar los versos del oído del más sordo dueño de nuestro amor. Como fue que llegamos al punto de no saber a donde mirar. De tener algo adelante yno quererlo aprovechar. Repartimos el peso en dos espaldas, dibujadas las columnas quedaron ya. Regalar algo de sobriedad sería dibujar. Mentir con el sueño eterno y lo que vendra. Mirar el Sol con ojos de apagado no bastará, jugar a ser un sueño tampoco razón tendrá. Mejor quedar en los matices cerrados y parar para besar....
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