Te logro sonreír

A veces te logro sonreír un poco. Consigo ese diamante en bruto que tiraste a la basura hace un tiempo y logro limar esas asperezas que lo cubren. Así de a poco, esa obscuridad diurna empieza a cambiar. Y el manto de petróleo que se dejaba caer sobre la piedra preciosa logra ser limpiado.
Ocultas un poco de besos tras esos granos de mentiras. Pero no importa ya, cuando los versos saben escasos, y la realidad te muestra los dientes, la vida poco grosera empieza a ser.
Por eso es que cada tanto, te logro sonreír. Quizá por 10 segundos, quiza por 10 horas. Pero todo esto me devuelve lo viejo del pasado y me trae los más felices y deprimentes recuerdos de lo que aún sigue siendo la resaca de un amor duradero que nunca duró.