sábado, julio 12, 2008
Mi libertad y yo
Podría besar tu boca otra vez hoy, pensando que mañana volverás a estar. Pero que en vano sería golpearme de vuelta con tu rostro llorando diciendo adios, adios para siempre. Y que frágil sentiría mi alma al verte derramada en el silencio del perdón. Ese perdón que me devuelve todas las esperanzas por un segundo, pero que derrumba todo en un instante cuando repites a mi oído se terminó. Cuán frágil realmente puedo ser si te veo en mi cuerpo realizada detras de los muros de piedad. Sería capaz de destruir todo un universo para volcarme en vos otra vez, pero no dejaría mi sueño de libertad por un segundo de tu adios. De que sirve decir adios entonces, si no es más que un HASTA LUEGO, fabricado por mi mente demente, de mierda. Y así podría estar corriendo por estos renglones durante horas y horas quebrantando leyes de pensamiento, pero para que pensar si es mi ánimo el que no me logra calmar. Podemos meditar sobre el pasado y el presente pero el futuro esta tan desprolijo que no me deja adivinar lo demás.
Así seguiremos con las balbuceadas en un papel, hasta que esta amargura me llene de dolor la dulzura, y hasta que me anime a despedirte enserio de mi cuerpo y de mi mente sin dolor y humillacion, sin versos y sin renglon. Sin nada en este mundo más que mi libertad y yo.
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1 comentario:
las cosas inevitables, inevitables son...
frente en alto y corazón de piedra son las salidas...
abrazo grande!
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