Solo eso

Podría configurar tus dedos a la medida de mis diapasones para intentar sacar el más sensato sonido de las cuerdas de tu cuerpo. Intetnaría lograr el sabor más fino mezclando tus labios con mis besos, uniendo el tiempo de tu vida con los sueños de mi cara. Lograría componer la poesía más pura, martirisando los retratos que aún te recuerdan.
Ocultaría las luces del infierno un poco más, así mis dolores no te acechan. El sombrío bosque del cual te quejas se va fumando de a poco en la pipa de la realidad. No crece el maravilloso hongo que acabas de plantar pero en tu interior lo prohibido empieza a gestar.
Gritas y gritas sin pensar, estas eufórica y no sabes a quien mirar. Todo se vuele brillante cuando estas por saltar. EL sacrificio, como piedra que se hunde, camina por tu espalda dondote ese toque de muerte natural.
Solo frío en vos queda, solo tu recuerdo estático en aire, solo tu voz y tus silencios. El cuerpo quieto y desolado, solo eso y tu mente en mi cara, solo eso y tu sueño enarbolado. Solo eso...


Santiago Abregú